viernes, 14 de noviembre de 2008

Pampa querida

Hace... no mucho... digamos... doscientos años. Por el 1800, acá donde estoy sentado no había más que yuyos, pajonales. Difícil que haya habido algún árbol cerca. Esto era la pampa salvaje, el desierto, como lo llamaban. A unos tres kilómetros hacia el este, el río, el camino que pasaba para Buenos Aires, algunos ranchos.

Siglo 21. En el último par de años, el precio de la soja y las enormes ganancias asociadas impulsaron la construcción de edificios en Rosario. Mi manzana cuenta con... tres nuevos edificios de 10 pisos. Eso, más el reciclado de departamentos de pasillo, construcción de segundos y terceros pisos sobre humildes casitas internas. Construcción, ladrillos, hormigón, hierro, donde se pueda.

Por miles (miles) de años este lugar fue un tosco pastizal, sin agua, con poco bicho y poca gente.

Me molestaba el ruido de una obra acá a unos metros... y de pronto se me apareció esa pampa inexpugnable y milenaria, tan quieta, tan melancólica y estable, esperando debajo de las baldosas y el parquet... simplemente... permitiendo las torres, el ruido, la especulación inmobiliaria. Ja!

1 comentario:

Fanti dijo...

ehh! buenas :) Que bueno ese texto, con la misma onda de algunos q hago yo, supongo sabrás. Lo esperanzador es esa perpectiva final, por suerte somos insignificantes a otras escalas, sobre todo en el tiempo. un abrazo. Ah, tengo blog nuevo, creo q t conté, pero te dejo el chivo acá nomas: www.fantyarte.blogspot.com
PD:voy a explorar el tema de unos "favoritos" q hicieron, la linkear otros blogs pero de manera mas cool, no sé. un abrazop
PD2: el codigo random de abajo es "stings", cuchate un tema a su salud. adio