¿Qué ocurre cuando no hay psicólogo, ni gurú ni dios que pueda ayudarnos? ¿Qué ocurre cuando no hay solución a nuestro conflicto, ni iluminación, ni fin a nuestras penas? ¿Qué pasa cuando sólo hay vacío y nada puede llenarlo? Nuestro mundo, nuestra vida, nuestras relaciones colapsan. Colapsamos.
Este colapso de nuestra identidad y la imposibilidad de escape de este colapso es el fin y el principio. Esta "noche oscura del alma", a través de la cual nada puede pasar, no es un evento, no es iluminación. No ocurre en el tiempo ni está en el terreno del tiempo. No es acerca de nosotros, ni acerca de volvernos otra cosa. No es causal, no es el resultado de algo.
Nadie puede llevarnos a este punto, ni atravesar esto. Y no podemos crearlo, apurarlo o terminarlo. Es un momento, es una vida.
Habiendo sido reducido a nada, nada puede entonces expresarse. Esta expresión de esta nada es amor. Un amor que, sin origen y sin objeto, ha estado siempre presente.
(Del libro Doing Nothing, de Steven Harrison)
Para ver más sobre "Noche Oscura del Alma", y las andanzas del místico católico San Juan de la Cruz: aquí
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